Los siete cancilleres americanos finalizaron el martes en Honduras sus gestiones reconociendo que no fue posible lograr el apoyo del gobierno de facto a un acuerdo para la vuelta a la democracia, según una declaración.
"Si bien la Comisión considera que se lograron avances durante su visita, debe reconocer que aún no existe la disposición para la aceptación plena del Acuerdo de San José por parte del señor (Roberto Micheletti, presidente de facto) y sectores que le son afines", aseguró el grupo en una declaración escrita.
Los cancilleres de Canadá, México, Costa Rica, Panamá, Argentina, República Dominicana y Jamaica, así como el secretario general de la OEA, dieron a conocer la declaración en una rueda de prensa en la que no respondieron preguntas, tras reunirse durante más de dos horas con Micheletti.
"La comisión reitera imprescindible el pronto retorno a la normalidad democrática... dado el inminente inicio de la campaña electoral prevista para el primero de setiembre", agrega el documento leído por el canciller costarricense, Bruno Stagno.
Los cancilleres se reunieron durante dos días en Tegucigalpa con representantes del gobierno del presidente depuesto, Manuel Zelaya, y del gobierno de facto, las Fuerzas Armadas, las iglesias católica y evangélica, los candidatos presidenciales y las organizaciones de la sociedad civil, entre otros actores políticos y sociales de Honduras.
Destacaron que la mayoría de los sectores aceptaron el plan del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, que prevé la reinstalación de Manuel Zelaya en la presidencia, un gobierno de unidad y reconciliación nacional, una amnistía para delitos políticos (no comunes) así como mecanismos de verificación de la aplicación del acuerdo.
Sin embargo, el presidente Micheletti y sus allegados siguen rechazando la propuesta en su punto fundamental, que es el retorno de Zelaya al país y al puesto del que fue despojado por el golpe de Estado del pasado 28 de junio.
En su encuentro con los cancilleres, que fue parcialmente transmitido por un canal local de televisión, Micheletti hizo una lapidaria exposición de sus puntos de vista y aseguró que no teme a las medidas que pueda adoptar la comunidad internacional.
"No tenemos miedo al embargo de nadie. Podemos salir adelante sin el apoyo de ustedes", espetó el mandatario, quien además dijo que habrá elecciones generales en noviembre próximo en el marco de la actual situación política, sin importar si los demás países del mundo reconocen o no los resultados.
"Espero que sean masivas, estamos llamando a la población a votar masivamente, es lo que nos hemos propuesto como gobierno", agregó Micheletti.
Micheletti dijo que había hecho las paces con el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y aseguró que proseguirá el diálogo para buscar una salida a la crisis, minimizando la suspensión de visas por Estados Unidos.
En lo que pareciera una primera consecuencia del fracaso de la misión de la OEA, Estados Unidos anunció este martes que suspenderá a partir del miércoles su servicio de visas en Honduras y que sólo las otorgará en casos de emergencia a los migrantes.
Por otra parte, Estados Unidos aún no ha determinado si el derrocamiento y expulsión del presidente hondureño, Manuel Zelaya, es un golpe de estado militar, lo que conllevaría más sanciones como obliga la ley en este país, explicó este martes una alta fuente gubernamental.
"Creemos por supuesto que esto fue un golpe contra el gobierno legítimo. Hay cláusulas en nuestras leyes que tienen que ser aplicadas si esto es un golpe militar, y nuestros abogados están examinándolo", explicó la fuente a la prensa, bajo anonimato.
"Hay otras clases de golpe, y esperamos contar con una directriz de nuestros abogados muy pronto", añadió esa fuente.
Por su parte, el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) convocará para este miércoles a una sesión en Washington con el objetivo de analizar los resultados de la misión de los siete cancilleres y del secretario general.
on/mmz/rs
"Si bien la Comisión considera que se lograron avances durante su visita, debe reconocer que aún no existe la disposición para la aceptación plena del Acuerdo de San José por parte del señor (Roberto Micheletti, presidente de facto) y sectores que le son afines", aseguró el grupo en una declaración escrita.
Los cancilleres de Canadá, México, Costa Rica, Panamá, Argentina, República Dominicana y Jamaica, así como el secretario general de la OEA, dieron a conocer la declaración en una rueda de prensa en la que no respondieron preguntas, tras reunirse durante más de dos horas con Micheletti.
"La comisión reitera imprescindible el pronto retorno a la normalidad democrática... dado el inminente inicio de la campaña electoral prevista para el primero de setiembre", agrega el documento leído por el canciller costarricense, Bruno Stagno.
Los cancilleres se reunieron durante dos días en Tegucigalpa con representantes del gobierno del presidente depuesto, Manuel Zelaya, y del gobierno de facto, las Fuerzas Armadas, las iglesias católica y evangélica, los candidatos presidenciales y las organizaciones de la sociedad civil, entre otros actores políticos y sociales de Honduras.
Destacaron que la mayoría de los sectores aceptaron el plan del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, que prevé la reinstalación de Manuel Zelaya en la presidencia, un gobierno de unidad y reconciliación nacional, una amnistía para delitos políticos (no comunes) así como mecanismos de verificación de la aplicación del acuerdo.
Sin embargo, el presidente Micheletti y sus allegados siguen rechazando la propuesta en su punto fundamental, que es el retorno de Zelaya al país y al puesto del que fue despojado por el golpe de Estado del pasado 28 de junio.
En su encuentro con los cancilleres, que fue parcialmente transmitido por un canal local de televisión, Micheletti hizo una lapidaria exposición de sus puntos de vista y aseguró que no teme a las medidas que pueda adoptar la comunidad internacional.
"No tenemos miedo al embargo de nadie. Podemos salir adelante sin el apoyo de ustedes", espetó el mandatario, quien además dijo que habrá elecciones generales en noviembre próximo en el marco de la actual situación política, sin importar si los demás países del mundo reconocen o no los resultados.
"Espero que sean masivas, estamos llamando a la población a votar masivamente, es lo que nos hemos propuesto como gobierno", agregó Micheletti.
Micheletti dijo que había hecho las paces con el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y aseguró que proseguirá el diálogo para buscar una salida a la crisis, minimizando la suspensión de visas por Estados Unidos.
En lo que pareciera una primera consecuencia del fracaso de la misión de la OEA, Estados Unidos anunció este martes que suspenderá a partir del miércoles su servicio de visas en Honduras y que sólo las otorgará en casos de emergencia a los migrantes.
Por otra parte, Estados Unidos aún no ha determinado si el derrocamiento y expulsión del presidente hondureño, Manuel Zelaya, es un golpe de estado militar, lo que conllevaría más sanciones como obliga la ley en este país, explicó este martes una alta fuente gubernamental.
"Creemos por supuesto que esto fue un golpe contra el gobierno legítimo. Hay cláusulas en nuestras leyes que tienen que ser aplicadas si esto es un golpe militar, y nuestros abogados están examinándolo", explicó la fuente a la prensa, bajo anonimato.
"Hay otras clases de golpe, y esperamos contar con una directriz de nuestros abogados muy pronto", añadió esa fuente.
Por su parte, el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) convocará para este miércoles a una sesión en Washington con el objetivo de analizar los resultados de la misión de los siete cancilleres y del secretario general.
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