Miembros de la resistencia co0nstruyeronuna barricada frente a canal 11 y Cable Color para impedir que el gobierno de facto cerraran esas dos empresas que han cuestionado las actuaciones dictatoriales.
El gobierno de facto instalado mediante el fusil el pasado 28 de junio sigue con sus intenciones de silenciar los medios de comunicación que informan objetivamente sobre las condiciones de vida en Honduras desde esa fecha.
El pasado jueves una súbita sobrecarga eléctrica dañó los paneles de energía que alimentan la rotativa de Diario TIEMPO, cuya sede principal se ubica en San Pedro Sula y el rotativo no pudo ser impreso por el personal d e esa casa editora. Diario TIEMPO no circuló el día viernes como lo venía haciendo desde 1970, cuando fue fundado.
La mañana del viernes un grupo de fiscales con la autorización de la juez Iris Normandina Ortiz allanaron las oficinas de las empresas Cable Color y Canal 11 en Tegucigalpa para sacarlos del aire.
También pretendían que Cable Color dejara de prestar el servicio de Satélite a radio Globo y a Cholusat, medios que también han criticado duramente las acciones dictatoriales del gobierno de facto.
Cuando los empleados del gobierno de facto intervenían las instalaciones de Cable Color cientos de manifestantes del Frente de Resistencia contra el golpe de estado en Honduras impidieron que sacaran del aire a una radioemisora y un canal de televisión que difunden información del presidente depuesto Manuel Zelaya.
"Nosotros estábamos en la marcha en la zona de la Torocagua y nos desviamos para acá (al este de la capital) cuando fiscales y de Conatel (Comisión Nacional de Telecomunicaciones) querían sacar del aire a radio Globo y Canal 11", expresó el coordinador del Frente de Resistencia, Juan Barahona.
"Solidaridad", "fuera golpistas", gritaban los manifestantes frente a la empresa Cable Color, en la colonia Miramontes al este de Tegucigalpa, donde técnicos de Conatel, apoyados por fiscales, intentaban cortar la señal de Canal 11 en las antenas parabólicas.
Los de la Resistencia, lanzando bolsas de agua y a los empujones, impidieron el corte de señal.
Canal 11, radio Globo, junto con Canal 36, así como diario Tiempo, son los únicos medios que difunden información del Frente de Resistencia y de Zelaya. Los demás apoyan al gobierno del presidente de facto, Roberto Micheletti, en una sociedad totalmente polarizada desde el golpe del 28 de junio.
El jefe de redacción del diario Tiempo en Tegucigalpa, Geovani Domínguez, informó a la AFP que este viernes no circularon porque en San Pedro Sula, donde está la máquina impresora, "hicieron un sabotaje al provocar una sobrecarga que dañó los paneles de electricidad".
La coordinadora de Canal 11, empresa a la que pertenece Cable Color, Nancy Jones, informó a la AFP que "lo que pretendían los de Conatel era que se sacara del aire a Radio Globo porque dicen que (Cable Color) no tiene autorización para vender el servicio satelital".
Zelaya aseguró desde Nicaragua, en una entrevista con radio Globo, que el gobierno de facto "debe ser juzgado como un criminal en los tribunales de guerra".
"Doscientos países del mundo los rechazan, les suspendieron la ayuda y se niegan a aceptar la realidad", que es abandonar el poder, añadió Zelaya.
El gobierno de facto instalado mediante el fusil el pasado 28 de junio sigue con sus intenciones de silenciar los medios de comunicación que informan objetivamente sobre las condiciones de vida en Honduras desde esa fecha.
El pasado jueves una súbita sobrecarga eléctrica dañó los paneles de energía que alimentan la rotativa de Diario TIEMPO, cuya sede principal se ubica en San Pedro Sula y el rotativo no pudo ser impreso por el personal d e esa casa editora. Diario TIEMPO no circuló el día viernes como lo venía haciendo desde 1970, cuando fue fundado.
La mañana del viernes un grupo de fiscales con la autorización de la juez Iris Normandina Ortiz allanaron las oficinas de las empresas Cable Color y Canal 11 en Tegucigalpa para sacarlos del aire.
También pretendían que Cable Color dejara de prestar el servicio de Satélite a radio Globo y a Cholusat, medios que también han criticado duramente las acciones dictatoriales del gobierno de facto.
Cuando los empleados del gobierno de facto intervenían las instalaciones de Cable Color cientos de manifestantes del Frente de Resistencia contra el golpe de estado en Honduras impidieron que sacaran del aire a una radioemisora y un canal de televisión que difunden información del presidente depuesto Manuel Zelaya.
"Nosotros estábamos en la marcha en la zona de la Torocagua y nos desviamos para acá (al este de la capital) cuando fiscales y de Conatel (Comisión Nacional de Telecomunicaciones) querían sacar del aire a radio Globo y Canal 11", expresó el coordinador del Frente de Resistencia, Juan Barahona.
"Solidaridad", "fuera golpistas", gritaban los manifestantes frente a la empresa Cable Color, en la colonia Miramontes al este de Tegucigalpa, donde técnicos de Conatel, apoyados por fiscales, intentaban cortar la señal de Canal 11 en las antenas parabólicas.
Los de la Resistencia, lanzando bolsas de agua y a los empujones, impidieron el corte de señal.
Canal 11, radio Globo, junto con Canal 36, así como diario Tiempo, son los únicos medios que difunden información del Frente de Resistencia y de Zelaya. Los demás apoyan al gobierno del presidente de facto, Roberto Micheletti, en una sociedad totalmente polarizada desde el golpe del 28 de junio.
El jefe de redacción del diario Tiempo en Tegucigalpa, Geovani Domínguez, informó a la AFP que este viernes no circularon porque en San Pedro Sula, donde está la máquina impresora, "hicieron un sabotaje al provocar una sobrecarga que dañó los paneles de electricidad".
La coordinadora de Canal 11, empresa a la que pertenece Cable Color, Nancy Jones, informó a la AFP que "lo que pretendían los de Conatel era que se sacara del aire a Radio Globo porque dicen que (Cable Color) no tiene autorización para vender el servicio satelital".
Zelaya aseguró desde Nicaragua, en una entrevista con radio Globo, que el gobierno de facto "debe ser juzgado como un criminal en los tribunales de guerra".
"Doscientos países del mundo los rechazan, les suspendieron la ayuda y se niegan a aceptar la realidad", que es abandonar el poder, añadió Zelaya.
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